El masaje Lomi Lomi, también conocido como masaje hawaiano, es un tratamiento que procede de ancestrales técnicas de la Polinesia, que busca el estado de relajación total de quien lo recibe. Este masaje se desarrolla a través de movimientos fluidos, profundos, rítmicos, que se convierten en una danza asombrosa que imita al oleaje. En su práctica más profunda se une a la antigua filosofía Huna y su método Ho’oponopono de dejar ir los resentimientos, borrar los pensamientos y sentimientos negativos y recuperar la paz interior. El masajista del Lomi Lomi usa sus dedos, sus palmas y, sobre todo, sus brazos, antebrazos y codos en movimientos constantes, suaves e intensos, para buscar y liberar puntos de tensión muscular o emocional. Se usan movimientos largos y envolventes para abarcar zonas más extensas y trabajarlas a la vez, para que el cerebro del receptor no logre concentrarse en todas ellas y pueda desconectar, logrando una completa relajación. Los estiramientos musculares son parte de la técnica, son maniobras suaves, firmes y controladas, llevadas a cabo con un ritmo armonioso y fluido. En su nombre “Lomi Lomi”, que significa “trabajar desde dentro hacia afuera”, se puede leer su esencia holística, siendo un masaje que busca la conexión entre cuerpo, naturaleza y universo restableciendo el equilibrio entre lo físico, lo psicológico y lo espiritual.

Objetivos

• Relaja profundamente el sistema nervioso y crea una tangible sensación de bienestar
• Reduce los niveles de ansiedad y de estrés
• Libera sentimientos reprimidos
• Mitiga los síntomas de depresión, liberando endorfinas y serotonina y equilibrando el balance energético
• Es muy eficaz para aliviar el dolor y mantener la salud
• Reduce la rigidez articular, tonifica y relaja la musculatura
• Fortalece el sistema inmune, mejorando la circulación sanguínea y linfática y su drenaje
• Potencia y mejora la capacidad respiratoria